Hay muchos tipos de empresa, y muchas actividades diferentes que éstas pueden llevar a cabo. Pero una actividad común a cualquiera de ellas es la de vender. Todas las empresas venden algo, ya sea un producto o un servicio. Y todas necesitan encontrar nuevos clientes y mantener un contacto fluido con los actuales. De ahí la necesidad de los vehículos de empresa.

El Departamento Comercial de una empresa exige movilidad y presencia cara a cara con los clientes para conocer sus problemas e inquietudes, y comprobar si algunos de éstos pueden ser resueltos por otros productos o servicios ofertados por la compañía.

Pero los desplazamientos tienen un coste, y el precio de no optimizarlos puede pagarse a final de año en forma de gastos excesivos en combustible, o lo que es peor, en una insatisfacción por parte de los clientes ante un servicio que se debería de dar a éstos y que se realiza de forma deficiente.

No olvidemos que al final, un departamento comercial se compone de personas, y que, si éstas no están controladas de manera eficaz, pueden caer en la desidia o la relajación, afectando de este modo la cuenta de resultados de la empresa.

Los problemas de no llevar un control de los desplazamientos

Confiar en que todos y cada una de las personas que hacen uso de los vehículos de empresa van a utilizarlos de manera racional y responsable es, desgraciadamente, una utopía. Lo normal es que, en muchos casos, el trabajador termine por sentir el vehículo como si fuera propio, de manera que, si en momento determinado tiene que hacer un recado o desviarse de su ruta para llevar a cabo una gestión personal, es muy probable que termine por hacerlo.

Además, en el caso de empresas de cierto tamaño, donde el departamento comercial está compuesto por bastantes personas, la dificultad de coordinar a todas ellas se hace más evidente. Se han llegado incluso a dar casos de que distintos miembros del departamento comercial de una empresa realicen visitas al mismo cliente en días sucesivos, lo que, además del gasto extra que supone, deja una imagen de desorganización que no favorece en absoluto la confianza.

Por eso, un dispositivo GPS puede ser una manera muy sencilla y económica de abordar estos problemas y ahorrar mucho dinero en desplazamientos. Los trabajadores, sabiendo que existe un control en tiempo real de los movimientos del vehículo, se abstendrán de utilizarlo para asuntos personales, y a la hora de realizar visitas a clientes, escogerán siempre la ruta más corta y por tanto la que menor gasto ocasiona.

¿Se ha parado a pensar alguna vez el número de kilómetros que anualmente se realizan de más por este tipo de prácticas? Saque números de la cantidad de vehículos de empresa que tiene, y del uso que se les da a diario, y piense que un porcentaje de ese coste podría haberse evitado en caso de que los desplazamientos estuviesen optimizados. Cientos o incluso miles de euros al año puede estar costándole a su empresa el no tomar acción en lo referente a este asunto.

La solución: Control GPS

Afortunadamente, ponerle remedio a este problema es sencillo y económico. Tan sólo tiene que contactar a Control GPS y al cabo de un año podrá comprobar en cifras el enorme ahorro que le ha supuesto a su empresa el contratar nuestro servicio.

Elegir siempre la ruta más adecuada, saber en todo momento donde se encuentra cada vehículo y por tanto, quien es el más cercano a un cliente que hay que visitar, o acabar con el uso inadecuado por parte de empleados irresponsables tendrá un impacto económico muy superior al coste de una simple cuota mensual que es todo lo que tendrá que abonar para poner remedio a este gasto incontrolado.

En Control GPS no obligamos a firmar ningún contrato de permanencia, por lo que si no se encuentra satisfecho con el servicio recibido, puede darse de baja en cualquier momento sin tener que hacer frente a ninguna penalización.

Sin nada que perder, y mucho que ahorrar, ¿Por qué sigue perdiendo dinero cada día que pasa? Una llamada o un email a Control GPS, y nosotros nos encargaremos de ponerle solución.

Menú